
A mediados del siglo III Roma ya dominaba toda la península itálica.
El nuevo desafío era conquistar la cuenca del mediterráneo. Esta expansión marítima llevo a Roma a enfrentarse con Cartago, una importante ciudad comercial ubicada en el norte de África y que mantenía el control del comercio en el mar mediterráneo, generándose así las guerras púnicas que durarían mas de cien años,
La ambición de Roma era mayor por lo que no solo peleo con Cartago, sino que también quisieron conquistar parte del oriente, donde convirtió a Macedonia en provincia Romana y obligo a Siria a entregar parte de su territorio. Las ciudades griegas también cayeron bajo el dominio de roma luego de un intento de sublevación.
Ya en el año 133 a.C. Roma dominaba todo el mundo mediterráneo.
Expansion romana durante el Imperio
El Imperio Romano, en su mayor apogeo, a principios del siglo III d.C., comprendía no solo las penínsulas, islas y costas del Mediterráneo, así como grandes extensiones del interior (hasta el borde del Sahara y hasta el río Tigris), sino también zonas de Europa situadas tan al norte como el sur de Escocia, el Rin y el Danubio (además de una parte del sur de Alemania, al otro lado del Rin y la Dacia al otro lado del Danubio central). Además, bajo el principado, los avances más extensos se hicieron en Europa mediante el reinado del primer emperador, Augusto. Sus generales empujaron la frontera septentrional desde los Alpes hasta el Danubio y finalmente pacificaron la Península Ibérica.